(Foto: moritz320. Pixabay)

ESTAS NAVIDADES CAMBIA TU MENÚ POR UNA CENA MÁS «SAPIENS»

Y es que no son pocos los «contras» que tiene poner en nuestra mesa de navidad una bandejita con langostinos. Hace unos años, alrededor del 2012-2015 varios movimientos ecologistas realizaron varias campañas informativas sobre el coste ecológico y social de este producto.

A día de hoy pocas son las personas que recuerdan dichas campañas, pero cada vez hay más «langostinos ecológicos» en el mercado. ¿Y por qué?, te preguntarás. Pues porque toda la información que se sacó a la luz era real y se hicieron reajustes legales para intentar paliar este desastroso producto alimenticio.

Vamos a ver algunas de las cosas que se denunciaron en su día y si podemos conformarnos con las medidas tomadas.

  1. Los langostinos pertenecen a lo que se denomina pesca de arrastre. Esto quiere decir que los barcos lanzan unas redes al fondo marino y se desplazan, arrasando con todo lo que tenga ese fondo marino. Cuando levantan las redes cogen los langostinos que es lo que tienen licencia para pescar y el resto de especies que han caído en las redes: camarones, cangrejos, bacalaos, rayas, tortugas, entre muchas otras, son devueltas al mar ya muertas. Creándose una acumulación de materia orgánica muerta que empobrece el suelo oceáncio.
  2. Además el arrastre del fondo marino rompe corales, altera los ambientes naturales marinos y las relaciones tróficas entre sus elementos. Tal es el desequilibrio que se produce cuando uno de estos barcos arrasa un lecho marino que incuso se enlentece y dificulta la reproducción de los individuos, por lo que también es causa de la extinción de especies marinas.
  3. Muchos langostinos son pescados en zonas tropicales y para que se conserven hasta llegar a los países europeos han de inocularles conservantes químicos y antibióticos para que no lleguen con aspecto ya pasado y puedan venderse sin problemas.
  4. Y otro contra que tienen, en esta fecha tan de solidarizarse y compartir, es que esta pesca se realiza en comunidades que son explotadas socialmente para lograr los mayores beneficios. Muchas tribus han visto violados sus derechos humanos y se han visto obligadas a hacer las maletas de sus territorios.

¿ES UNA ALTERNATIVA VIABLE COMPRAR LANGOSTINO ETIQUETADO COMO ECOLÓGICO?

El etiquetado ecológico, sobre todo de grandes compañías ya preexistentes y con un nicho ya en el mercado, suele estar relacionado más bien con una línea de productos «verdes» para captar a otro tipo de clientes más concienciados. El etiquetado ecológico puede confirmar algunos parámetros un poco más que los que no lo tienen, pero no deja de ser un «págame lo que te pido» y yo te pongo la etiqueta de que tu producto es «ecológico». No debería pagar más la empresa o industria que hace bien las cosas, sino las que lo hacen mal, los que contaminan y destruyen la salud del planeta y la de la especie humana también.

Es por ello que no estoy de acuerdo con el etiquetado ecológico, por eso y por que de primera mano he tenido amigxs agricultores que han tratado de certificar sus productos y he visto el sistema por dentro…y dista mucho de asegurar que el producto es ecológico. El sello está pensado para grandes empresas, que tengan grandes superficies y cantidad de producto, que puedan invertir en infraestructuras y tecnología. No para el pequeño emprendedor implicado que quiere hacer las cosas de la forma correcta. Los costes de un sello no son asequibles por igual para todxs los productores, y tampoco lo son para lxs consumidores. Si no te lo puedes permitir, tendrás que comer químicos y antibióticos. No sé cómo eso se considera moral y ecológico.

No puedo decir que sea así en todas las empresas o corporaciones (aunque me atrevería a decir que sí en la gran mayoría). Si quieres comprar productos etiquetados como ecológicos te aconsejo que investigues a la empresa y ver que es «ecológica» no sólo en una línea de sus productos, sino en todas las acciones que lleva a cabo, incluyendo la social también, por supuesto.

¡SOLUCIONES Y PROPUESTAS!


Lo mejor de todo es que SIEMPRE podremos ELEGIR consumir algo o no. me refiero a este producto concretamente. Si no lo compras, resuelto el problema. Si no lo compramos muchxs durante varias navidades ya se pondrán las pilas para adaptarse a la demanda de langostinos que no destrocen ecosistemas ni sociedades en lugares lejanos.

Eso nos leva a la opción dos, demandar como consumidores el otro tipo de pesca que tiene el langostino, mucho más cara y que no les interesa a las grandes pesqueras. La pesca artesanal. Me parecería estupendo que si estás en la costa puedas hacerte con langostino pescado de esta manera, que no daña al acosistema y va del mar a tu plato, sin necesidad de conservantes ni antibióticos, ni grandes desplazamientos. Además la persona que lo haya pescado estará recibiendo un pago justo y directo por su trabajo. Esta es la mejor manera de seguir comiendo langostinos de forma «sapiens»

A continuación te dejo el documento que Ecologistas en Acción elaboró para informar sobre todos los perjuicios de consumir este producto (que son más que los que expuse…)



Si te gustaría dejar de consumir productos que sabes que no son ni saludables ni buenos para el planeta pero no sabes cómo hacerlo sin sentir que haces un sacrificio… cotillea mis talleres y quizá encuentres algo que te interese:

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